Esta gran extensión de mar  debe su nombre a la “última esperanza” de encontrar el Estrecho de Magallanes en 1557, para una expedición que lo buscaba desde el Océano Pacífico.

Una navegación por el fiordo de Última Esperanza hacia el Parque Nacional Bernardo O'Higgins permite conocer los glaciares Serrano y Balmaceda. En el recorrido es posible apreciar la espectacular flora y fauna.

El Seno o Fiordo de Última Esperanza es admirado no solo por su belleza y la biodiversidad de especies que viven en él, sino también por ser un paisaje construido y modelado por el avance y retrocesos de grandes áreas glaciares aproximadamente hace unos 19.000 años.

Créditos: Sernatur